Al igual que otras enfermedades más propias de adultos como la diabetes o la obesidad, el colesterol cada vez es más habitual entre nuestra población infantil. Las últimas cifras hablan de alrededor de un 22% de niños en edad escolar que padece esta patología.
De todos es sabido que existen dos tipos de colesterol: el “bueno” o ligado a las lipoproteínas de alta intensidad (HDL) y el “malo” o ligado a las lipoproteínas de baja intensidad (LDL). Este último es el que tiende a acumularse en las arterias, haciéndolas más rígidas y obstruyéndolas de manera progresiva, lo que da lugar a ciertas enfermedades cardiovasculares.
Hasta hace unos años, el colesterol malo era más frecuente en los adultos, pero el aumento de la obesidad infantil ha hecho que cada vez sea más habitual en los niños con problemas de peso, y aún más grave, en pequeños sin sobrepeso. El motivo está claro: el colesterol va ligado al consumo excesivo de grasas y a una dieta irregular y desequilibrada, pero no todo el mundo que come mal engorda, ya que el metabolismo influye mucho en el peso de una persona.
El nivel de colesterol recomendable en los niños está por debajo de 175 miligramos por decilitro de sangre. Entre 175 y 200 sería la zona alta de la normalidad y, por encima, colesterol elevado.
¿Qué alimentos debemos ofrecerles para combatirla?
Aunque es raro que un niño de menos de 4 años tenga el colesterol alto, si ese fuera el caso de tu hijo no debes modificar en exceso su dieta ya que las grasas y el colesterol HDL son muy importantes para garantizar su normal crecimiento y desarrollo. Por lo tanto, simplemente limita los azúcares, la bollería industrial, la carne roja, los quesos muy grasos y los embutidos como el chorizo.
A partir de esa edad, sigue estas pautas:
- Dale leche semidesnatada o desnatada si ya es adolescente.
- Los primeros platos deben ser siempre verduras cocidas, a la plancha o legumbres. Solo de vez en cuando pasta o arroz.
- Al menos 3 piezas de fruta al día.
- Sustituye raciones de carne por pescado. Y la carne, mejor aves o carnes blancas.
- Ten especial cuidado con las grasas saturadas (mantequilla, margarinas, nata, tocino, manteca de cerdo, embutidos grasos...).
- Elimina los alimentos elaborados que contienen grasas saturadas como la bollería industrial y los pasteles.
- Controla su peso.
- Tiene que hacer al menos 30 minutos de ejercicio al día (si es al aire libre, mejor).
Fuente: www.todopapas.com
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